domingo, 21 de septiembre de 2008

13

Yo cuando era pequeño, como cualquier otro niño pequeño, creía en las supersticiones que iba descubriendo y me iban contando.

Ahora que soy algo más mayor me pregunto por el sentido real de las supersticiones y del mal fario. Recuerdo que alguien me dijo que si los martes 13 todo te iba mal era básicamente porque te fijabas más en ello.
Cualquier dia de la semana puedes caer por las escaleras, la diferencia es que en un martes 13 maldecirás la superstición mientras que en un dia normal maldecirás tu torpeza.
Desde que llegué a esa conclusión que los martes 13 siempre los he aprovechado para fijarme en las cosas buenas que me pasen en ese dia.

Me gustan los gatos negros por tanto es agradable cruzarme con ellos, no me molesta pasar por debajo una escalera y los espejo en tanto que son de cristal se pueden romper.

El mal fario, la superstición e incluso las maldiciones son todo medidas psicológicas que nos autoinflinjimos. Pero sinceramente creo que resulta más sencillo luchar contra la torpeza de uno, para ello solo hay que estar más atento, que contra la mala suerte contra la cual solo podemos resignarnos.

Así pues el 13 que en otras regiones no les importa nada aquí cobra un sentido especial llegando incluso la gente a negarse a ese numero. Todos conocemos el 12+1 de Nieto y no es el único, algunos pilotos lo han llegado a lucir en su carenado.

En mi humilde opinión, ya hay bastantes cosas que salen mal por si solas, y es muy fácil canviar el rumbo de supersticion, cuando nos cruzemos con un gato negro, o pasemos por debajo de una escalera o cuando estemos en martes y 13, miremos las cosas buenas que pasen ese dia y no las malas.

Quizá las cosas malas son más fáciles de ver, pero ahí es donde reside la gracia de la felicidad, puesto que estoy convencido que para ser feliz la clave es saber ver las cosas buenas y restar importancia a las malas.

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